El mantenimiento eléctrico es necesario para detectar errores que comienzan a producirse y que pueden ocasionar en el futuro la parada de una planta o un siniestro, afectando a personas e instalaciones. Esto permite así la disminución de los tiempos de parada, además de los siguientes beneficios:
1. Minimizar los parones imprevistos de los diferentes equipos.
2. Conseguir que los equipos funcionen de forma eficiente e ininterrumpidamente.
3. Efectuar inspecciones sistemáticas de las instalaciones para detectar cualquier desgaste o rotura. 4. Mantener permanentemente los equipos e instalaciones en estado óptimo.
4. Cometer las reparaciones de emergencia lo más pronto posible.
5. Prolongar la vida útil de los equipos e instalaciones al máximo.
6. Conservar los bienes productivos en condiciones seguras y preestablecidas de operación.
7. Gestionar el mantenimiento para que incluya los aspectos dirigidos a tratar.
8. Definir políticas de mantenimiento de seguridad y de calidad.
9. Clasificar los equipos para saber qué modelo de mantenimiento debe ser aplicable a cada equipo.